martes, 14 de julio de 2015

Como somos por dentro (parte dos)

En nuestro cerebro el ser humano tenemos,La corteza cerebral que es la responsable de la capacidad de razonar (funciones cognitivas, lenguaje, creatividad, planificación, son “habilidades que requieren comportamiento inteligente”. Recubre el resto de estructuras cerebrales y está divida en 4 zonas: lóbulo parietal, temporal, occipital y frontal. Dentro de cada uno hay áreas que cumplen funciones: responsables de lenguaje, procesan información que llega por canales sensoriales, nos permiten movernos voluntariamente y áreas mentales, entre otras.
Teniendo esto claro, vamos a ver los distintos niveles que tenemos en el cerebro según la teoría de Paul Maclean en los años 60, en la que exponía que nuestro cerebro no era uno sino fruto de la evolución, formado capa por capa hasta llegar a lo que somos hoy en día.



El reptiliano: Su función es decidir. Situado en la zona más antigua del cerebro gestiona todo lo relacionado con nuestro instinto de supervivencia, es el más egoísta y nunca se puede controlar, por ejemplo en un padre cuando su hija tiene problemas con su novio. En el centro está el hipotálamo que regula las conductas instintivas, y emociones primarias como hambre, sexo, temperatura corporal. Sus reacciones las basa en lo conocido y no es amigo de la innovación. En él hay un conjunto pre programado que determinan comportamientos y reacciones. Por ejemplo, el producto alarma tiene base en este cerebro por inseguridad ya que es un comportamiento instintivo.

El límbico o mamífero: para sentir. Se halla bajo la corteza y encima del tálamo es una estructura que incluye el hipotálamo, encargado de construir nuevas memorias, la amígdala que recibe y despierta instintos sexuales y de agresión junto al hipocampo que consolida la memoria episódica y espacial. Se conoce como el sistema de las emociones, la mayoría de veces no conscientes y es el encargado de la fijación de la memoria emocional, donde intenta llegar el marketing. Constituido por: el hipocampo (ayuda a la función de memoria y el aprendizaje) y la amígdala que dispara el miedo ante estímulos, siendo la encargada de emocionarnos. Por ejemplo, muchas veces no somos capaces de generar un vínculo entre la emoción y la memoria al ver un anuncio.

El neocortex o cerebro pensante: para pensar.Es el más evolucionado, encargado de la imaginación, la lógica, prever el futuro, generar y descifrar códigos… La sede del pensamiento y funciones cognitivas elevadas como razonamiento abstracto y lenguaje, contiene los centros que interpretan y comprenden lo que percibimos por los sentidos, interviene por ejemplo, cuando comparamos precios.

 

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